ARTÍCULOS DE MANUEL SIURANA

En este blog se recogen diversos artículos que han sido publicados por Manuel Siurana.

Wednesday, February 13, 2013

SE ARMÓ EL BELÉN. FE, SIMBOLOGÍA Y TRADICIÓN EN LAS FIGURAS DE LA NAVIDAD. Autor: Manuel Siurana Roglán

(Esta entrada recoge el contenido de la conferencia impartida el día 10-II-2013)


¿Qué es la Biblia?

            "Biblia" es una palabra de la misma raíz que biblioteca o bibliografía, viene del griego y significa muchos libros. Es un término utilizado para designar los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento, que contienen para muchos millones de personas el mensaje de Dios a la humanidad.
            Ningún libro de la Biblia es original, todos son copias.  Siendo los copistas responsables de algunos cambios en el texto.  En el año 384 San Jerónimo hizo una versión uniformadora de todas las versiones hasta entonces existentes, llamada Vulgata, que significa "versión común o general".  Esta versión fue declarada oficial de la Iglesia católica por el Concilio de Trento en el siglo XVI.
            La Biblia es libro sagrado para tres religiones monoteístas nacidas en Oriente Medio: el judaísmo, el cristianismo y el islamismo, que comparten la idea de un Dios creador.  El judaísmo comparte con el cristianismo el Antiguo Testamento.  El Cristianismo añadió el Nuevo Testamento.  El islamismo tiene su propio libro sagrado, el Corán, que recoge las enseñanzas que Alá trasmitió a Mahoma, pero en él son muy numerosos los recuerdos del Antiguo Testamento.


El Nuevo Testamento.

            El Nuevo Testamento lo forman varios libros que presentan a Jesús de Nazaret y su mensaje. Fueron redactados en griego por personas de la segunda generación cristiana, que no habían visto directamente a Cristo y que quisieron darlo a conocer a comunidades cristianas de diverso origen por lo que coinciden en muchos aspectos, pero tienen diferencias en bastantes detalles. Antes de ser escritos habían sido transmitidos oralmente.  Pero pronto las comunidades tuvieron la necesidad de fijar estas tradiciones por escrito hasta culminar en los Evangelios que han llegado hasta nosotros.
            Los cuatro Evangelios nacieron sin nombre de autor entre los años 70 y 90, hasta que hacia el 125 se les puso el título que tienen hoy. Los tres primeros se llaman sinópticos, porque tienen muchas coincidencias y se pueden leer disponiendo el texto en columnas paralelas.
            El Evangelio de Mateo dedica buena parte de su texto a la infancia de Jesús, teniendo como objetivo básico demostrar que es el Mesías y sus destinatarios eran los cristianos convertidos del judaísmo.
            El Evangelio de Marcos es el más antiguo de todos, escrito hacia el año 70, y de él se sirvieron Mateo y Lucas. Su objetivo básico era demostrar que Jesús es verdaderamente hijo de Dios y sus destinatarios eran cristianos no judíos.
            El Evangelio de Lucas lo dirige a un tal Teófilo, personaje de nombre griego, que tanto puede ser un individuo como un colectivo. Su objetivo era demostrar que Jesús es el Salvador de todos los hombres y también tenía como destinatarios a cristianos no judíos.
            El Evangelio de Juan es distinto a los otros tres por su lenguaje muy abstracto, estructura y contenido y la tradición se lo atribuye al discípulo amado de Jesús. Su objetivo básico es desentrañar el contenido de las palabras de Jesús y el tema de la fe.
            En el siglo II aparecieron unos Evangelios llamados "apócrifos" (ocultos), que intentaban cubrir las lagunas que los cuatro Evangelios tenían de la vida de Jesús, sobre todo de su infancia.  Pero la Iglesia no los ha reconocido como palabra de Dios, aunque sus narraciones legendarias tengan muchos datos correctos y hayan tenido bastante influjo en el arte religioso.
El protagonista principal del Nuevo Testamento es Jesús, de quien conocemos pocos datos históricos. Pero parece que debió nacer seis o siete años de lo que fija el calendario actual, ya que la muerte de Herodes se produjo en el año 4 a.C. Según los evangelios, era un judío nacido en Belén, que vivió en Nazaret trabajando de carpintero hasta que inició la predicación de su mensaje.
            Históricamente hablando los hechos se sitúan en Palestina, territorio del que a partir del año 64 a.C. se habían adueñado los romanos y en donde en el año 40 a.C. habían constituido una monarquía vasalla, hasta que más tarde, en época de Augusto, fue convertida en provincia administrada directamente por un gobernador romano.
            Uno de los signos más evidentes del dominio romano era el control fiscal, con su sistema de impuestos. Del que el censo de personas y propiedades era un trabajo previo, imprescindible para ejercer el control de la hacienda. Siendo precisamente la confección de un censo lo que motivó el viaje de José y María a Belén, donde nacerá Jesús y comenzará nuestra historia.


El ciclo del Adviento.

La Navidad está precedida por el ciclo del Adviento, en el que destacan dos temas principales:
LA ANUNCIACIÓN  está relatada por Lucas: se representa al arcángel San Gabriel (con alas y vestido de blanco) descendiendo del cielo o arrodillado frente a la Virgen llevando un lirio blanco (símbolo de la pureza y de la primavera -la Anunciación se celebra el 25 de marzo). Aunque en el caso de algunas obras sienesas (debido a la rivalidad con Florencia cuyo símbolo era la azucena) llevan una rama de olivo (emblema de Siena). En las composiciones góticas, de la boca o de la mano del ángel se desarrolla un filacteria con las primeras palabras que le dirige ("Salve, María, Llena de Gracia, el Señor está contigo"), anunciándole la concepción de Jesús por obra del Espíritu Santo, que aparece en forma de paloma; si bien también es corriente que aparezca en una esquina Dios padre, que hace de fuente de luz.
En el Protoevangelio de Santiago se afirma que María en el momento de la Anunciación tenía dieciséis años, con lo que habría pasado dos en casa de José desde sus desposorios, ya que en la sociedad judía de la época los niños y niñas se casaban normalmente al llegar a la pubertad no más tarde de los 14 años y la boda era concertada por las familias. Este apócrifo describe que María se encuentra hilando la púrpura para el templo de Jerusalén cuando fue sorprendida por el ángel, y así se representa en algunas obras primitivas, aunque en otras ocasiones se la representa arrodillada en un reclinatorio.
            También es corriente que se produzca una identificación de María como la nueva Eva, ya que en el siglo VI el Evangelio armenio de la Infancia dice que "...cuando Eva vio aquello, dijo: Bendito seas Dios de Israel que me habéis rehabilitado de nuevo y levantado de mi caída y que me habéis reintegrado a mi antigua dignidad.  Por eso es frecuente también unir la Expulsión y la Anunciación en una sola representación.

            LA VISITACIÓN: María había concebido e Isabel estaba en su sexto mes de embarazo tras haber sido estéril toda su vida (su hijo sería Juan el Bautista).  En el arte gótico las dos mujeres suelen saludarse de manera formalista con una inclinación o abrazándose. Las obras posteriores a la contrarreforma tratan el tema con sentido religioso, presentando a Isabel (una señora mayor) de rodillas rindiendo homenaje a la Virgen (una muchacha joven). Las dos mujeres pueden estar solas o ir acompañadas de Zacarías y de José, llegando a mostrarse la mula con la que realizaron el viaje. La maternidad sobre los dos hijos queda plasmada de distintas formas, como la representación del Bautismo de Cristo como escena de fondo. Esa relación con el tema epifánico se debe a que la Visitación es considerada como el primer reconocimiento de Jesús como Hijo de Dios, puesto que San Juan se alboroza en el vientre de su madre ante su presencia en el seno de María.

 
El Nacimiento.

            Jesús nació en un contexto en el que, tras haber perdido su unidad política, los israelitas esperaban la próxima venida de un Mesías libertador, de quien deseaban que fuera un rey.
            Los temas que principalmente se representan en el ciclo del Nacimiento son los siguientes:
            LA NATIVIDAD ha sido enriquecida con un montón de aportaciones medievales. Así pues el pesebre es una aportación de Lucas. La cueva es una aportación del Protoevangelio de Santiago. El buey y el asno son una aportación del apócrifo Pseudo-Mateo, quien dice textualmente que "al tercer día, María salió de la cueva y fue a un establo, y puso al niño en el pesebre, y el buey y el asno lo adoraron", con lo cual se cumplía la profecía de Isaías: "El buey conoció a su amo, y el asno el pesebre de su Señor". La aparición del buey y el asno quería  constatar que los hombres dejaron solo a Jesús, mientras que los animales le protegían.
La representación de la Virgen arrodillada en actitud de adoración se basa en la visiones de Santa Brígida, quien afirmaba que "cuando le llegó la hora dobló las rodillas y comenzó a rezar... estando así, nació súbitamente el niño rodeado por una luz brillante". El marco en el que se desarrolla esta escena al igual que la adoración de los pastores y de los magos, a veces, es un edificio medio en ruinas, símbolo de la Antigua Ley que había sido suplantada por el Nacimiento del Redentor.
La representación de una cueva y de las parteras es una aportación del Protoevangelio de Santiago, quien cuenta que una de ellas negaba que María pudiera seguir siendo virgen tras el parto y la examinó para comprobarlo (aunque este tema desapareció del arte tras ser condenado por el Concilio de Trento).

            ANUNCIO Y ADORACIÓN DE LOS PASTORES. El anuncio fue realizado por el arcángel Gabriel y ya aparece representado en el arte bizantino.
La escena de la adoración no aparece hasta finales del siglo XV. El tema en el barroco resultaba especialmente idóneo para acercar la religión al pueblo y recuperar así el espíritu cristiano primitivo, ya que la simplicidad de unos pastores arrodillados frente a lo sagrado, era una imagen con la que cualquier creyente podía fácilmente identificarse. Además, simbólicamente adquirió gran relevancia por ser el primer reconocimiento humano (exceptuada la "Visitación" donde Jesús aún no había nacido) a la divinidad de Jesucristo. Los pastores están reunidos en torno al Niño, unos arrodillados y otros en actitudes reverenciales, con la cabeza descubierta.  Los dones de los pastores no aparecen mencionados en Lucas y probablemente se inventarían por analogía con los de los magos y podían consistir en un cordero transportado en ocasiones a hombros (recordando la imagen del Buen Pastor), aves, una jarra de leche, una cesta con huevos, etc.

            LA SAGRADA FAMILIA es un tema no bíblico y tardío dentro del arte cristiano y prácticamente no se menciona antes del siglo XV.  El término Sagrada Familia se utiliza para describir varias combinaciones diversas de las sagradas figuras, como por ejemplo:
            - La Virgen y el Niño con San Juan, que es un grupo muy frecuente en la pintura italiana del siglo XVI. El tema está basado en el apócrifo Pseudo-Buenaventura que cuenta como a su vuelta de Egipto la Sagrada Familia estuvo en casa de Isabel. Los niños aparecen desnudos y Juan lleva una cruz de cañas, no siendo raro que también aparezca Isabel.
- La Virgen y el Niño con Santa Ana es un tema también muy repetido en la pintura italiana, mostrando las tres generaciones, abuela, madre y niño.
            - La Virgen y el Niño con San José en un fondo de vida doméstica o en el campo es el grupo que con mayor frecuencia recibe el nombre de Sagrada Familia, apareciendo a partir del siglo XV en que se desarrolla el culto a San José.  Este tema fue considerado por los escritores jesuitas la "trinidad terrestre", que se asociaría a la Santísima Trinidad o "trinidad celestial".

 
La Epifanía.

            El ciclo de la Epifanía (= manifestación) está formado por la Adoración de los Magos, la Huida a Egipto y la Matanza de los Inocentes, que serían un sólo núcleo, más el Bautismo de Cristo y las Bodas de Caná, que en conjunto representarían la Theofanía (manifestación de Dios). El ciclo de las manifestaciones preepifánicas lo completarían la Visitación a Isabel, la presencia de los animales -buey y asno- en el pesebre, la adoración de los humildes -pastores en el portal- e incluso la presentación en el templo.

LA PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO se inspira en el Evangelio de San Lucas tiene valor preepifánico en tanto que el viejo Simeón reconoce al Niño como Mesías. El tema, junto a la Circuncisión, se celebraba con las fiestas solemnes de la Iglesia y ambos quieren representar el nexo de unión con el Antiguo Testamento, aceptado por Cristo, ya que eran ritos de los judíos. La escena se desarrolló cuarenta días después del Nacimiento de Jesús, cuando la Virgen había quedado ya purificada. En nuestro calendario ese día es el 2 de febrero, en el que la Iglesia celebra la fiesta de la candelaria, en la que antiguamente se realizaba una procesión con velas.

            LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS es la primera y también más corriente de las representaciones epifánicas. Se relata en Mateo, que nos dice que unos magos (tradicionalmente considerados astrólogos persas) habían venido de oriente (por lo que en las pinturas murales de las catacumbas y en los mosaicos bizantinos se les representa con togas del culto de Mitra y con gorro frigio), siguiendo una estrella. Lo que llevó a que una tradición medieval afirmara que Jesús había nacido en marzo, cuando se produjo una conjunción excepcional de Júpiter y Saturno sobre el signo de Piscis. Partiendo de aquí casi todos los demás datos que de ellos sabemos proceden de aportaciones extrabíblicas. Así pues, fue el escritor cristiano Tertuliano (hacia el 200) el primero que les dio categoría de reyes, al basarse en el salmo que anuncia que "...los reyes traerán tributo y... se postrarán ante él").
            Posteriormente se realizaron diversas interpretaciones:
            - En principio representaron las tres edades de la vida: juventud, madurez y ancianidad, lo que quedaría subrayado por la normal disposición de la escena en las obras de arte: Melchor, el más anciano y con barba (el pasado) aparecería arrodillado, Gaspar, también con barba (el presente) estaría en medio y Baltasar más joven y sin barba (el futuro) estaría de pie esperando su turno para acercarse a Jesús. El simbolismo de sus regalos era el siguiente: oro, como homenaje a la realeza de Jesús; incienso en homenaje a su divinidad y mirra (producto utilizado para embalsamar) como anticipo de su muerte.
- Sus nombres aparecen por primera vez en el Evangelio Armenio de la Infancia (siglo VI) y su número se deduce de los regalos que portan. Al Niño se le representa ya un poco mayorcito, pues el Pseudo Mateo dice que "después de transcurridos dos años, vinieron a Jerusalén unos magos".
            - A finales de la Edad Media los magos llegaron a personificar las tres partes del mundo (Europa, Asia y África) en actitud de rendir homenaje a Jesús, de ahí la costumbre de representar a Baltasar de raza negra.  Pero este tema también se utilizó para simbolizar la sumisión de los poderes temporales (a veces reyes o mecenas verdaderos aportan su imagen a las obras de arte) a la autoridad de la Iglesia.
 
            EL SUEÑO DE JOSÉ y LA HUIDA A EGIPTO es un tema tratado escuetamente por los evangelistas, pero que también se amplió enormemente en varios textos apócrifos en su segunda escena. Así pues la escena típica nos mostraría a la Virgen que lleva al niño Jesús en sus brazos y va montada en un asno y José andando junto a ellos, aunque la pintura de la Contrarreforma prescinde del asno y la Virgen va andando. Alguna versión presenta a la familia subiendo en una barca, para ser trasladada por un ángel (en forma del Caronte clásico que lleva las almas de los muertos) al otro lado del río, prefigurando así la muerte del Salvador.

            LA MATANZA DE LOS INOCENTES es una escena que suele desarrollarse en el patio del palacio de Herodes.  Apareciendo los soldados con sus espadas desenvainadas, arrancando a los niños de los brazos de sus madres, que manifiestan su protesta y dolor, mientras Herodes observa desde un trono. En ocasiones se muestra a una madre, Isabel que huye con el niño oculto (Juan el Bautista) en su manto, tal como indicaba el apócrifo Libro de Santiago. El culto a los Santos Inocentes, como primeros mártires no conscientes de la Iglesia existió desde los primeros tiempos de la cristiandad y es una fiesta íntimamente ligada con la Navidad (se celebra tres días después de ésta).

Autor: Manuel Siurana Roglán

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