ARTÍCULOS DE MANUEL SIURANA

En este blog se recogen diversos artículos que han sido publicados por Manuel Siurana.

Monday, March 28, 2011

LAS EXCAVACIONES EN EL CASTILLO DE VALDERROBRES, POR MANUEL SIURANA ROGLÁN

INFORMACIÓN SOBRE LAS EXCAVACIONES

Promotor: Fundación Cultural Valderrobres Patrimonial.

Presupuesto aproximado: 13.000 €.

Financiación:

-Fondos propios de la Fundación (64 %).

Subvención de Omezyma (36 %).

Fechas de ejecución: febrero-marzo de 2011.

Arqueólogo: Salvador Melguizo.

Excavaciones realizadas:

- despensas del castillo de Valderrobres.

- mazmorra del castillo de Valderrobres.


INTRODUCCIÓN: El castillo de Valderrobres es Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural. Junto con la iglesia parroquial forma un conjunto único en Aragón y son dos de los monumentos más representativos del arte gótico del antiguo reino de Aragón. El castillo fue en su mayor parte restaurado entre los años 70 y 80 del siglo XX, pero quedaron sin excavar ni mucho menos restaurar dos importantes zonas del edificio que han permanecido así desde entonces.

En los últimos años el castillo de Valderrobres se ha convertido en un lugar de referencia turística para la provincia de Teruel y cada año recorren sus estancias más de 20.000 personas, llegadas de diversos puntos de España y del extranjero, siendo de manera indiscutible el monumento de mayor atractivo de la comarca del Matarraña y uno de los reclamos principales para el turismo que visita estos pueblos, habiéndose constatado a través de encuestas propias que su contemplación es el objetivo básico del cincuenta por ciento de las personas que lo visitan y que gracias a ello recorren este y otros pueblos de la zona.

Desde el año 2010 la gestión de las visitas turísticas y de las actividades culturales del castillo y de la iglesia de Valderrobres la dirige la Fundación Cultural Valderrobres Patrimonial, que es una entidad sin ánimo de lucro, que se ha fijado como objetivo la conservación y recuperación del patrimonio local, para lo cual destina todos los beneficios que obtiene por su gestión a la mejora de los elementos patrimoniales locales, contando con el trabajo desinteresado de sus miembros; con la idea de que el dinero que genera el patrimonio (turismo) revierta sobre el propio patrimonio (cultura), a fin de potenciar a su vez el propio turismo. En ese sentido y ante la rácana actitud de algunas instancias institucionales, se intenta conseguir la autosostenibilidad financiera sin tener que recurrir a ayudas públicas estables, como otros muchos museos, centros de interpretación o monumentos que existen en la comarca, provincia o comunidad autónoma, supeditados en muchas ocasiones a los vaivenes de la política. Lo cual no significa que renunciemos a nuestros justos derechos de concurrencia para la solicitud de ayudas administrativas para objetivos puntuales, con el compromiso de aportar la parte que nos corresponda.

A partir del momento en que la Fundación asumió la gestión del castillo, se optó por la modernización de su sistema de visitas, con la introducción de un audiovisual explicativo, un sistema de audioguías y paneles informativos. Así mismo se han iniciado otros procesos que están en ejecución en estos momentos como: la reforma total del sistema de iluminación del interior de la iglesia, la reforma total del sistema de iluminación del conjunto monumental formado por el castillo y la iglesia, la musealización de tres capillas de la iglesia, la excavación de las despensas del castillo y la excavación de la antigua mazmorra del castillo, conocida con el nombre de Pozo de la Mano Peluda. Además de la restauración y/o reconstrucción de algunas piezas de nuestro patrimonio escultórico y pictórico.

Todos esos proyectos tienen un coste total previsto de unos 210.000 euros y se han podido emprender gracias a las gestiones que los directivos de la Fundación han realizado ante las instituciones públicas y las entidades privadas. Siendo de destacar la aportación de 45.000 euros de la Fundación Endesa, 33.000 euros del Grupo de Acción Local Bajo Aragón Matarraña, 26.000 euros del Ayuntamiento de Valderrobres y 20.000 euros de la Asociación Cultural REPAVALDE; además de la ayuda material de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón y una pequeña aportación del Departamento de Industria del Gobierno de Aragón para ayudar al pago de los intereses de la deuda que ha contraído la Fundación para afrontar el pago del resto del dinero invertido. Hasta la fecha y a pesar de las gestiones realizadas ha sido imposible conseguir ninguna ayuda directa para estos proyectos por parte de la Comarca del Matarraña ni de la Diputación Provincial de Teruel. Agradecemos la ayuda prestada por el Director General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, don Jaime Vicente y de los técnicos de su departamento, que nos han asesorado de manera eficiente.

LAS EXCAVACIONES REALIZADAS

Dentro de los proyectos señalados, con todos los permisos necesarios y con el total respeto a la legalidad vigente se han ejecutado las excavaciones de las despensas y de la mazmorra del castillo de Valderrobres, bajo la dirección del arqueólogo Salvador Melguizo.

1.- LAS DESPENSAS

En las despensas se ha realizado una excavación sobre otra anterior que hace varios años se había efectuado de manera ilegal y que fue paralizada por la Dirección General de Patrimonio. Desgraciadamente la excavación ilegal citada no siguió unas pautas precisas y pudo alterar los estratos arqueológicos, aunque creemos que con lo ahora realizado se han solventado los anteriores errores. Se ha demostrado que existían dos salas de despensa o auxiliares de la cocina del castillo. A la del fondo se accede por un interesantísimo pasadizo de varios metros de longitud, tallado en la roca de la montaña sobre la que se asienta el castillo. Esa sala contiene un pozo de un metro de diámetro, del que se han excavado seis metros, que servía para abastecer de agua al castillo gracias a una corriente subterránea que circulaba bajo él a no más de ocho o nueve metros, consiguiendo con ello la autosuficiencia de agua en el palacio. Además del propio pozo, se conservan las piedras de su brocal, que iban engarzadas con grapas metálicas. La otra sala presentaba un banco de piedra y de mampostería con cal a su alrededor, que servía para depositar los utensilios propios de la cocina y también conserva vestigios de la presencia de estantes de madera en alguno de sus muros. Otro dato curioso es la existencia de una especie de fregadera para desaguar y verter desperdicios hacia el exterior del castillo.

Durante la excavación en la zona que fue el suelo de esta despensa se ha encontrado un leve capa de ceniza, que es la que normalmente se podría encontrar en un lugar de uso corriente como auxiliar de la cocina con acumulación de suciedad y ceniza arrastrada y allí depositada con los pies. En esta zona han aparecido algunos pequeños restos que han servido para una datación cronológica del estrato: una pequeña moneda del siglo XVI, un alfiler de bronce y fragmentos de cerámica; también han aparecido fragmentos de huesos de aves, pequeños mamíferos y de cerdo, en los que pueden observarse vestigios de corte con cuchillo, restos todos ellos que nos ayudan a conocer parte de la dieta de los habitantes de esta época.

La excavación continuó por debajo de este estrato hasta alcanzar otro situado unos veinte centímetros por debajo con suelo de tierra y una capa de cal, sobre el que han aparecido restos cerámicos de los siglos XII y XIII y se ha podido visualizar la dirección que seguían los muros de la primitiva fortaleza. En este punto se han detenido las excavaciones porque se ha agotado el presupuesto que se había fijado, aunque existe vestigios que inducen a pensar de la existencia de nuevos estratos inferiores, que pudieran poner al descubierto asentamientos anteriores a la reconquista.

La excavación hasta ahora realizada permite confirmar varias de las hipótesis habitualmente planteadas tanto por Enrique Puch como por Manuel Siurana en sus trabajos sobre el castillo: El castillo se asienta sobre una peña central, que a su vez sirvió como cantera de la que se extrajeron gran cantidad de bloques de piedra que sirvieron para levantar los muros del castillo. El castillo que ahora podemos ver tiene una cronología que en algunas zonas (parte de la planta baja) se remonta a la primera mitad del siglo XIV, pero en la zona noble se sitúa entre finales del siglo XIV y buena parte del XV, coincidiendo básicamente con las prelaturas de García Fernández de Heredia y de Dalmau de Mur y Cervellón; quedando pequeñas aportaciones del arzobispo Hernando de Aragón ya en el siglo XVI. Bajo el castillo actual existió una fortaleza cristiana de los siglos XII-XIII, como ya citan algunos documentos, de la que formaría parte el estrato inferior encontrado en las despensas y algunos de los muros que allí se pueden ver. Queda pendiente de resolver la hipótesis de la existencia previa de un asentamiento islámico e incluso prerromano, pero esto no será posible hasta que no se efectúe una nueva excavación.

2. EL POZO DE LA MANO PELUDA

El pozo de la Mano Peluda, como desde el primer momento ha apuntado en sus escritos Manuel Siurana, era en realidad la mazmorra del castillo, llamada entonces “cárcel de los capellanes”, de la que se habla en algunos documentos antiguos, en la que el arzobispo de Zaragoza mandaba encerrar a los clérigos hostiles. Se desmiente así la existencia la legendaria leyenda del pozo de la mano peluda, lo cual ya era obvio, pero también se desmienten los múltiples bulos que desde siempre se habían hecho correr sobre la existencia de un pasadizo subterráneo que comunicaba el castillo con el río bajo el pueblo y que incluso bastantes atrevidos habían osado decir que lo habían visto y recorrido en parte. Tampoco tiene validez la teoría de un pozo de agua ni la de una nevera, dada la composición del suelo en el que se asienta.

Se trata de una hermosa sala subterránea de más de seis metros de profundidad, con una superficie de 3,9 por 4,8 metros y cubierta con una hermosa bóveda de cañón apuntado, que le ha permitido resistir el paso del tiempo, la caída de grandes bloques de piedra y la acumulación de piedras, cascotes y tierra, demostrando la solidez de este tipo de construcciones. Cabe recordar que las únicas zonas que junto a esta se habían mantenido en pie con el paso de los años eran las caballerizas, también cubiertas con el mismo tipo de bóveda. La sala está situada en la zona construida durante la primera mitad del siglo XIV, en la prelatura del arzobispo Pedro López de Luna. Se conserva en un perfecto estado, dado que ha quedado a cubierto de la intemperie y de la presencia humana. Se asienta sobre la roca viva del terreno y en una de sus esquinas tiene un hueco apto para la acumulación de excrementos, apareciendo también dos bloques de piedra que forman un hueco circular, que servía para colocar las posaderas, también han aparecido algunas piedras colocadas en el lateral a modo de banco. La sala es muy húmeda por la naturaleza de su suelo y por quedar bajo el nivel de la tierra en tres de sus lados.

Ya era evidente que no podría existir un pasadizo desde esta sala, ya que en el único lado donde no se alcanza el suelo natural de piedra, tendrían que profundizarse dos metros más para alcanzar el nivel del suelo exterior, otros dos metros para situarse bajo él, más varios metros para poder llegar al nivel situado bajo el templo, que sería la única salida imposible, ya que habría que alcanzar una profundidad de al menos 8 metros. Durante las tareas de desescombro han aparecido huesos de animales (perro, cabra y otros menores), dos teléfonos móviles, restos de utensilios agrarios, restos de cerámica, como un bacín del siglo XIX y muchos fragmentos de platos del siglo XIX. También se han encontrado todos los restos de una bóveda de ladrillo y yeso que posiblemente se construyó en el siglo XIX, cuando las ruinas del castillo fueron utilizadas por los ejércitos durante las guerras carlistas, de ahí los muchos fragmentos de platos.

PROYECTOS DE FUTURO

1. DESPENSAS

La Fundación considera imprescindible acometer una nueva fase de excavación en las despensas que permita confirmar o desmentir la hipótesis de la existencia de un asentamiento precristiano en el castillo, pero en la actualidad no disponemos de medios económicos para poder emprenderlo. Por otra parte, si se dejan las despensas en el estado actual, el paso del tiempo deteriorará lo excavado y facilitará la acumulación de vegetación y excrementos de animales. Es intención de la Fundación contactar con la Dirección General de Patrimonio para que lo antes posible financie una nueva fase de excavaciones, por lo que una vez recibido el informe del arqueólogo y el presupuesto de la excavación se iniciarán los trámites oportunos. Terminadas las excavaciones tenemos la intención de elaborar un panel informativo en el que se expliquen las conclusiones alcanzadas y el proceso constructivo del castillo en esa zona, con sus fases. También queremos que los visitantes puedan recorrer el pasillo que se ha limpiado y puedan ver las despensas sin pisarlas, delimitando unas zonas de mirador, que habrá que fijar en colaboración con Patrimonio. Así mismo será precisa la consolidación de la zona excavada, incluido el pozo para la extracción de agua, que están a la intemperie, para evitar su deterioro progresivo. Nuestra intención es contar con la ayuda económica y técnica de la Dirección General de Patrimonio.

2. MAZMORRA

La mazmorra del castillo queda totalmente excavada o limpiada de la acumulación de tierra y cascotes que ha recibido con el paso de los siglos, por lo que las actuaciones finalizan en este mismo instante, aunque se han de acometer algunas actuaciones, que permitan preservar el nuevo espacio, evitando la acumulación de aguas sobre la cubierta, intentando evitar las filtraciones y favoreciendo la salida de aguas de la zona superior. También se ha de establecer un sistema similar al que había antes (una reja) que impida el acceso furtivo o los accidentes por intentar acceder a la mazmorra, pero el planteamiento sería sustituir una reja fija por otra que se pudiera abrir, posibilitando la limpieza periódica de la mazmorra. Así mismo se pretende hacer llegar la iluminación al interior de la mazmorra para que se pueda contemplar desde la superficie. A medio plazo, estudiaremos la posibilidad de establecer un sistema de espejos que permitan ver el interior de la mazmorra y especialmente su bóveda desde la superficie superior.


Manuel Siurana Roglán

(15 de marzo de 2011)