ARTÍCULOS DE MANUEL SIURANA

En este blog se recogen diversos artículos que han sido publicados por Manuel Siurana.

Monday, January 15, 2007

EL SARCÓFAGO GÓTICO DE VALDERROBRES, Por Manuel Siurana

(Publicado en el Programa de Fiestas de Valderrobres, 1978)

Es importante que todos conozcamos nuestro patrimonio artístico, tanto el que ahora podemos observar, como el desafortunadamente desaparecido. De ahí que aquí tratemos de dar a conocer a los más jóvenes, y de dar a recordar a los más viejos, el sarcófago de piedra que se encontraba en la iglesia antes de que el marxismo mal entendido arremetiera contra el patrimonio artístico religioso que a todo el pueblo católico o no católico pertenecía.
Este sarcófago se encontraba situado junto al retablo original de “Cosida” en el lado del Evangelio (izquierda, según la visión del espectador) en la cabecera de la iglesia de Santa María la Mayor de Valderrobres. Se trataba de un sarcófago de piedra arenisca, que sólo estaba decorado en la parte superior, no presentando nada de decoración en las paredes verticales del mismo. Dicha parte superior es la tapa que nos muestra la imagen de un obispo yaciente. Dicho obispo apoya su cabeza sobre una almohada lisa en su parte central, pero con decoración de tipo vegetal por todo el contorno. El personaje presenta todos los atributos que le son propios: mitra, manto y báculo, del que ya en 1919 sólo quedaba una pequeña parte. La actitud general del representado es la entero reposo, con la mano derecha subida sobre la izquierda y bajo ellas el báculo. Dichas manos aparecen con los dedos unidos y con la palma abierta, mostrando al espectador su parte superior.
El rostro del obispo es poco representativo, parece un rostro tipo, que sólo ligeramente sería un retrato del difunto. La boca la lleva cerrada, con labios carnosos (el superior arqueado) ojos cerrados y nariz recta y perfecta; el pómulo muestra un ligero hundimiento, no pudiéndose apreciar si es debido a la voluntad del artista o bien a alguna rotura del mismo. Las orejas son grandes y tras ellas se recoge el pelo que no está muy bien representado, tratado en bloque, tal como ocurre con los canecillos que rodean la nave central y el ábside de la iglesia por su exterior.
Sobre la cabeza lleva la mitra típica, decorada con una franja inferior.
La vestimenta es la corriente de un obispo, ocupando su parte superior un manto de cuello abierto, que por su parte delantera deja ver la prende de vestir inferior.
La posición de los brazos del obispo obliga a que el manto se recoja, bajo el codo, en siete pliegues y a su vez se formen otros pliegues en la parte central.
En la parte izquierda del frente parece colgar una estola finalizada en un ligero colgante.
La parte baja del sarcófago parece incompleta, ya que los pies apenas se distinguen de la piedra y los pliegues del ropaje casi no se marcan.
Parece que las paredes verticales del sarcófago estaban pintadas, pero la pintura en 1919 ya casi no se apreciaba, no pudiendo, por tal motivo, saberse el tema que trataba, ni si era una pintura de la época del sarcófago o bien posterior.
El autor:
Desconocemos el autor del sarcófago, ya que no hay documento del mismo, pero podemos aproximar su cronología por su contenido artístico.
En el siglo XIV es cuando la escultura gótica empieza a hacerse de bulto redondo, mientras que en los siglos anterior no hay restos de escultura gótica exenta.
Por otra parte, es evidente la relación existente entre esta obra y las esculturas monumentales de la fachada, ya que parecen iguales tanto en su forma como en su trazado.
Dando por sentadas las dos premisas anteriores, podemos concluir que el autor de este sarcófago sería el mismo que el de la decoración que envuelve a la iglesia, tal vez el inglés Reinard des Fonoll.
En cuanto al personaje que se encontraba en el interior del sarcófago, Santiago Vidiella (en el artículo titulo “cosas de la tenencia de Valderrobres”, publicado en el Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón I, en el año 1907), afirma que era el fracasado candidato a obispo, don Fortún de Verruga, retirado a Valderrobres alrededor de 1280. Pero esa teoría es muy improbable, ya que, como hemos dicho, el sarcófago es de mediados del siglo XIV, puesto que está íntimamente relacionado con la escultura que envuelve a la iglesia.
Lo cierto es que el obispo aquí enterrado, si es que en este sarcófago se llega a enterrar a algún obispo, no es ninguno de los titulares de la diócesis de Zaragoza (don Pedro López de Luna – obispo entre 1315 y 1351 – y don Lope Fernández de Luna – obispo entre 1351 y 1383 – están enterrados en la catedral de la Seo de Zaragoza, en tanto que don García Fernández de Heredia – constructor de la mayor parte del castillo – murió en 1411, asesinado en la Almunia de doña Godina). En cambio sí que es más verosímil que el personaje aquí enterrado fuera un obispo auxiliar, que hubiera ido a Valderrobres en misión de apostolado, sorprendiéndole allí la muerte. Pero también es probable que este sarcófago no llegase a albergar a nadie, ya que tiene la apariencia de estar incompleto y que se quedase en Valderrobres como elemento decorativo.

Autor: Manuel Siurana Roglán

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